ESTADOS DE LA MATERIA
La materia puede clasificarse en
tres estados claramente diferenciados.
En el estado sólido, las sustancias
son rígidas, difíciles de deformar, presentan una dureza importante, y son poco
compresibles.
En sólidos cristalinos los átomos se disponen en posiciones
definidas generando una estructura ordenada que se repite en el espacio. Un
ejemplo de sólido cristalino es la sal común (NaCl), los átomos de sodio y
cloro se disponen formando pequeños cubos que por repetición generan el
cristal.
En el estado líquido, las partículas (átomos o
moléculas) tienen libertad de movimiento y la sustancia adopta la forma del
recipiente que la contiene. Los líquidos al igual que los sólidos son poco
compresibles aunque se deforman sin esfuerzo alguno. Una sustancia en fase
sólida tiene una densidad ligeramente mayor que en fase líquida. Existen
excepciones como el caso del agua, el hielo es menos denso ya que flota sobre
el líquido.
En fase gas, las sustancias son muy poco densas
y ocupan todo el recipiente que las contiene. Los átomos o moléculas están muy
separados y las interacciones son mucho menores que en fase sólida o líquida.
Los gases son muy compresibles y su volumen depende mucho de la presión y
temperatura.